Volando en el nuevo avión Boeing 787 de American

Hace unos meses, decidimos en familia que volveríamos a California para fines de Agosto. Emitimos los pasajes por American Airlines con millas compradas en una de las promociones que suelen proponer.

Nuestro vuelo era Ezeiza – Dallas y, de ahí, a Los Ángeles. A los pocos meses de la emisión, nos llegó la noticia que publicamos en este post: American cambiaba el avión de esa ruta a los modernos Boeing 787-800.

Podemos decir que, para quien habitualmente viaja por AA, el cambio es realmente notorio. Una de las cosas que nos llamaron la atención fueron los asientos, que son muchos más finitos y, al menos para mí, más confortables. Otro detalle no menor es el bajo nivel de ruido.

El espacio para el equipaje es más grande que lo habitual. Además, cuenta en cada asiento con un toma para enchufar un dispositivo.

Sin embargo, el cambio más grande se da en el entretenimiento a bordo. Sumado a la calidad de la pantalla, ahora hay infinidad de películas que, cuando uno viaja con niños, es importante.

En cuanto a las comidas, siempre igual: «carne o pasta». Al menos se destaca que entregan vino (en este caso, era uno español).

La puntualidad fue buena en los dos vuelos, lo que nos permitió realizar una escala de sólo una hora y media. Por su parte, las luces interiores son realmente agradables y generan un espacio adecuado para dormir.

El personal de cabina fue atento y nos permitió, como siempre al final del viaje, que el capitán de la nave le firme a mi hija su «Junior Aviator Book», el cual le regalaron en un viaje anterior y hoy sigue llenando.

Como conclusión: si podés, no te lo pierdas. Es un hermoso avión.