El Parque Nacional de Arikok, otra cara de Aruba

Hubo una vez un hombre llamado Arie Kok que llegó desde Holanda a Aruba alrededor de 1750 y construyó una pequeña finca en la parte más salvaje de la isla. Cientos de años después, esa zona se transformó en el actual Parque Nacional de Arikok y lleva en su nombre el recordatorio del tal Arie que, obviamente por una falta de contemporaneidad, nunca pudo enterarse.

La historia del nombre me llamó mucho la atención, yo imaginaba que Arikok sería alguna especie animal o lengua ancestral, pero no. En una isla poco habitada como lo fue Aruba por años, es un lindo gesto el de destacar las acciones humanas que han sido la clave de su desarrollo.

Gracias a la coordinación e invitación de la Oficina de Turismo de Aruba, pudimos recorrer el Parque durante dos días desde perspectivas diferentes. En este post voy a relatar un poco del día 1.

La primera aproximación fue con Julio, un guía experto que satisfizo cada una de nuestras dudas. Con él hicimos el sendero Cunucu Arikok a pie, uno de los paseos más cortitos dentro de los 75 kilómetros que Arikok ofrece para caminar.

En apenas una hora nos topamos con todo: pinturas de la cultura arawak, variedad de especies vegetales, venenos y antídotos, animalitos.

Y también la propia casita de Arie Kok (sí, me fascinó un poco esa historia).

Tanto sabía Julio de Aruba y su historia que nos dejó hacerle muchas preguntas en su «aula al aire libre» (foto). Mi duda principal era sobre el idioma papiamento y su respuesta me encantó, les cuento. En épocas de esclavitud, convivía un gran número de población negra y europea, con su consecuente diversidad de idiomas. De la búsqueda de poder entenderse y comunicarse, nació una fusión del portugués, holandés, inglés y español que, recién desde 2009, fue reconocida por la ONU como lengua oficial y es hablada por aproximadamente 600 mil personas en el mundo.

Después de nuestras clases, seguimos en la camioneta hacia otras paradas clave. Importante: Contar con un vehículo es esencial para recorrer las distancias dentro del Parque.

Moviéndonos entre las curvas, llegamos a uno de los límites en los que la piedra se encuentra con el agua y bajamos en Boca Prins. El poder de las olas y los colores del mar lograron cautivar mi vista por unos minutos, verán que es un área muy rocosa con corrientes fuertes, por lo que está re prohibido nadar.

Después de un excelente almuerzo sobre el que les contamos en este post, nos dirigimos hacia las cuevas que Arikok alberga. Arrancamos por la cueva Fontein, donde se ven pinturas muy antiguas, grafitis históricos, estalactitas y estalagmitas.

Y cerramos el primer día conociendo la cueva Quadirikiri, de la cual se puede visitar una extensión mayor y disfrutar los contrastes entre claridad y oscuridad que proponen sus entradas de luz.

Daba para quedarse sacando fotos por horas:

Titulé este post con la expresión «otra cara» porque realmente conocer Arikok me dio otra visión de la isla caribeña y me sorprendió. Así como podemos tirarnos en Eagle Beach a relajar y tomar sol o navegar en aguas apacibles sin preocupaciones, también existe un espacio para conectar con una naturaleza más cruda y ligada a la historia de hace miles de años.

Si van a Aruba, recomiendo dedicarle un buen tiempo el Parque Nacional Arikok.

7 Respuestas

  1. Guillermo dice:

    Que buenoooo, apuntado para cuando vaya si me deja el doc.

  2. Adrian dice:

    Increíble el contraste de paisajes comparando con las playas. Y teniendo en cuenta que Aruba no es tan grande.

  3. Raul dice:

    Excelente el parque. Voy en Marzo. Vi varios de sus relatos de Aruba. Una consulta ¿donde alquilaron el auto?

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